Facilitando el acceso desde la cota inferior se acondiciona un aparcamiento exterior permitiendo el acceso a la planta habitable mediante una escalera de ascenso. La topografía original se mantiene sin intervenciones drásticas.

La vivienda se sitúa sobre un basamento de hormigón blanco visto encofrado con calizas del lugar y abujardado. Este cascarón pétreo define las directrices del proyecto que sigue las pautas marcadas para un soleamiento idóneo de la vivienda y busca además las mejores vistas evitando que la vivienda adopte una posición predominante sobre el terreno desde una geometría compacta y excesivamente cúbica en favor de un posicionamiento más lineal y fragmentado.

La caja de escaleras funciona como diafragma de separación entre la zona de día y de noche además de introducir mediante un lucernario la iluminación natural hasta el mismo corazón de la planta privada.

La naturaleza de los materiales definen en sí mismos el cromatismo de la vivienda integrándose en el entorno desde una visión respetuosa.