En una confluencia de caminos preexistente se plantea la posibilidad de un doble acceso hacia el Museo, desde la cota exterior previa o desde el nivel -1, recreado como un jardín de acceso que sirvede conexión entre el interior y el exterior.

El recorrido del visitante se organiza según una secuencia de escenas. La organización del nivel -1 en torno a dos espacios vestibulares sirve de pretexto para contextualizar el programa público y semipúblico del centro: los laboratorios y almacenes del personal están cercanos y a la vez independientes del resto de circulaciones por lo que facilitan su relación con el público en los momentos en que así se estime oportuno.